La destituida subcontralora, Dorothy Pérez, envió un correo electrónico a los funcionarios de la entidad fiscalizadora apuntando a que formalmente el cargo todavía le pertenece y que, por tanto, no corresponde ni autoriza la remoción de las pertenencias que tiene en su oficina.
Según el medio T13, el texto dirigido al encargado de personal de la Contraloría plantea que “puesto que no he sido removida en forma regular mediante el juicio de amovilidad respectivo, te informo que NO (sic) resulta procedente el retiro de mis documentos institucionales y personales, enseres propios del despacho, medicamento y otros que se encuentran en la oficina en donde desarrollo mi labor”.
Como juez de cuentas, agrega Pérez, “no autorizo el retiro, ni el movimiento procesal ni material de los expedientes que están en mi despacho (…) lo hago especialmente presente a la luz de las normas penales que sancionan conductas sobre la alteración y la intervención de la custodia de expedientes judiciales”.