Senadora Ximena Ordenes considera “irresponsable” que Chile no cuente con un marco de protección a los glaciares

“Somos un país de glaciares y no tenemos ningún tipo de legislación”, sostiene la autora de la moción que se mantiene en trámite. También comentó los cambios de la nueva ley de internet como servicio público y los rezagos educacionales, económicos y de conectividad en Aysén.

Sumándose a la inquietud por los tiempos de tramitación del proyecto de ley de protección a glaciares, la senadora Ximena Ordenes (IND – PPD) indica que es irresponsable que Chile no cuente con un marco legal al respecto considerando que posee decenas de miles de ellos. “Fue un proceso que ni siquiera alcanzó el primer trámite”, dice.

“A mí me parece que es una irresponsabilidad no tenerlo. Argentina hace más de una década que legisló sobre esta materia”, sostuvo la senadora patagónica en Profundidad de Campos de TV Senado, aludiendo a los más de 20 mil kilómetros cuadrados de glaciares que posee nuestro país. “Chile -a mi juicio- los ha dejado prácticamente olvidados y creo que en eso tenemos una tremenda responsabilidad (…) esperamos que pase a sala porque Chile es un país de glaciares. El 80% de la superficie glaciar en Latinoamérica se encuentra en nuestro país (…) somos un país de glaciares y no tenemos ningún tipo de legislación al respecto”, describió.

Se trata de un texto del cual es una de sus autoras, y si bien la parlamentaria admitió que existen mejoras técnicas en materia de monitoreo y catastros, en la protección de los glaciares está en juego un tema cultural, ya que los glaciares para “Chile, es parte también de su identidad. Nosotros tenemos que apropiarnos desde el ADN también de los glaciares”, Consultada por el estancamiento legislativo de la iniciativa, Ordenes recordó que la tramitación del texto ya pasó por varias comisiones y ahora se mantiene sin movimiento en Hacienda. “Una vez que salió de medio ambiente lo pidió la comisión de minería por dos meses y estuvo dos años (…) ahora lo que tenemos que (hacer) es darle celeridad, porque prácticamente ya hay un acuerdo. Efectivamente la protección de glaciares generaba ciertas tensiones o ruidos (…) y eso se solucionó, por lo tanto, hoy día sólo depende de nosotros sacarlo adelante y que Chile cuente con una ley de protección de glaciares como debe ser”.

Internet como servicio público

Un aspecto destacado por la senadora Ximena Ordenes, titular de la comisión de transportes y telecomunicaciones y una de las principales impulsoras de las políticas en esta dirección, es la reciente ley que establece a internet como servicio público, que lo “reconoce como un derecho y apunta a reducir o disminuir la brecha digital en Chile”, donde reconoce cierto desconocimiento.

“Me preguntan si va a ser gratis. No, el agua y la luz tampoco lo son, pero aquí hay un mecanismo que viene a equilibrar un poco la cancha”, explica la legisladora enumerando las mejoras en fiscalización, obligaciones a prestadores y cómo mejorar la arquitectura de usuarios, donde estos podrán agruparse para solicitar servicios por sobre el interés capital de las empresas. Ordenes explica que en los últimos nueve años la conectividad en los hogares chilenos se ha duplicado, con dos millones de familias sumándose a las redes. Sin embargo, se mantienen diferencias en el acceso a este servicio. Por eso ve con buenos ojos la discusión que viene en presupuestos, con la posibilidad de un fondo especial para subsidiar la demanda.

Una lectura social aparte es no dejar atrás a grupos como los adultos mayores, en estas transformaciones, más aun con un país con bajos índices de preparación en capacidades digitales. “Mi preocupación en la era digital, es que se están reproduciendo las antiguas desigualdades; si usted hace un análisis urbano – rural, hay brecha. Por género, es la misma brecha. Entonces es ahí donde hay que poner políticas públicas nuevas que permitan ir cerrando esas brechas”, resume.

Aysén

Respecto a la realidad de su zona, Ximena Ordenes asume varios focos de interés, entre ellos las necesidades de conectividad, donde asume que el desafío de consolidar la carretera austral con la pavimentación comprometida es un aspecto base, ya que hasta ahora “al norte se ha avanzado mucho (…) queda pendiente una zona donde está ubicado el parque nacional ventisquero Queulat”, dado que “el sur quedó esperando (…) la apuesta era conectar Aysén con Los Lagos”.

En ese ámbito de conectividad, describe el plano aéreo como “fundamental”, y aunque hay obras en desarrollo en Balmaceda, Coyhaique y otros puntos, recordó que se ofició al gobierno por la necesidad de dotar tecnológicamente a los aeródromos y aeropuertos, ya que persisten casos donde “pasajeros quedan tirados en Puerto Montt o se les devuelve a Santiago”.

El aspecto productivo y económico preocupa igualmente. Aysén fue la única región con cifras negativas de crecimiento del PIB a nivel nacional en el primer trimestre, con un categórico -9,7%. “Es una pésima noticia (…) en gran parte se explica porque los indicadores de la industria del salmón también han bajado (…) hay que promover que haya más obras públicas”, dice esperando más de industrias como la salmonicultura. “No podemos permitirnos un indicador de este calibre”, agrega.

Finalmente, la educación la llevó a evaluar positivamente los esfuerzos que se están haciendo para no repetir en su región las malas experiencias de los servicios locales en otras zonas, para lo cual hay un acento especial en la infraestructura. No obstante, en el caso de la Universidad de Aysén, admite discrepancias con los criterios que se están abordando en medio de la crisis de la casa estatal, que más que ofrecer alternativas académicas acorde a la realidad local, “terminó convirtiéndose en una universidad de lo más tradicional que se puedan imaginar y alguien de Santiago no va a venir a estudiar carreras tradicionales a Aysén (…) ¿por qué no somos capaces de hacer algo distinto? (…) que sea coherente con el territorio que nos define”, reflexionó sobre la situación actual que tiene a la UAY bajo la tutela de un administrador provisional debido a sus números financieros.