El tribunal laboral de Israel ordenó poner fin a la huelga general convocada por la central sindical Histadrut, que busca presionar al gobierno para un acuerdo de rehenes con el grupo palestino Hamas, ya que lo considera un paro político y no causado por un “conflicto
laboral colectivo”. A la protesta se sumaron bancos, algunas universidades y los servicios de correos y transporte, entre otros sectores.