Miembros de una caravana de emigrantes, principalmente compuesta por hondureños, llegaron a un albergue ubicado en un campo deportivo en Ciudad de México, mientras que otros integrantes se reagruparon en la cercana ciudad de Puebla, a unos 120 kilómetros de la capital azteca. “Este éxodo va a entrar en diferentes olas a la ciudad”, dijo Nashieli Ramírez, directora de la Comisión de Derechos Humanos de la capital mexicana.