Cientos de voluntarios de la oposición venezolana se agolpan en la frontera entre Colombia y Venezuela este sábado, fecha marcada por el líder opositor y autoproclamado presidente, Juan Guaidó, para hacer entrar la ayuda humanitaria que ha prometido a sus conciudadanos, con el objetivo de presionar a las fuerzas de seguridad que guardan las entradas fronterizas para que dejen pasar el material, lo que ha generado enfrentamientos, con el lanzamiento de gases lacrimógenos, que por ahora han dejado una veintena de heridos.
Los voluntarios se han empezado a congregar desde primera hora de la mañana y ahora se concentran en el lado colombiano de tres puentes que conectan Cúcuta, la ciudad colombiana donde se ha hecho acopio de 600 toneladas de alimentos, medicinas y artículos de higiene, con el territorio venezolano: el puente internacional Simón Bolívar, que comunica con San Antonio de Táchira; el puente internacional Francisco de Paula Santander, que enlaza con la localidad de Ureña, y el puente Tienditas, bloqueado con contenedores.
El objetivo es transportar el material en camiones el límite fronterizo y, una vez allí, formar una cadena humana para distribuirlo por Venezuela, aunque las comitivas han sido frenadas tanto en el Simón Bolívar como el Francisco de Paula Santander, donde las fuerzas de seguridad han lanzado gases lacrimógenos contra los manifestantes.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, se niega a recibir la ayuda humanitaria, convertida en símbolo de la pugna por la legitimidad política, y no solo ha cerrado las fronteras, sino que ha reforzado los controles, con el despliegue incluso de la Guardia Nacional Bolivariana, una fuerza de élite. “Mi vida está consagrada totalmente a la defensa de la patria, que en cualquier circunstancia jamás me doblegaré, jamás me rendiré, siempre defenderé a nuestra patria con mi vida misma si es necesario defenderla”, ha asegurado ante miles de simpatizantes que salieron en Caracas a “defender la revolución”.