“Les pido con humildad que me disculpen por mis limitaciones y lo que no pude lograr; el Padre misericordioso del cielo nos ayude a todos para mejorar, para amar en todo. Nuestras vidas están en las manos de Dios que conoce nuestras conciencias y las acciones de cada uno en este complejo tiempo que nos tocó vivir”.
Esto es parte del comunicado del ex obispo de Osorno, Juan Barros, tras conocerse la decisión del Papa Francisco de aceptar su renuncia -junto con la de Cristián Caro y Gonzalo Duarte- la que ya “había puesto en sus manos” anteriormente, según confirma en el documento.
Barros agradece “a todos quienes con fe me recibieron, me acompañaron generosamente, trabajaron con amor por su Iglesia”, así como a aquellas personas y comunidades “que han rezado y también ofrecido sus dolores conmigo en este tiempo, en la esperanza de ‘que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman'”.
En el documento de Barros publicado en la página de la Conferencia Episcopal, le desea “lo mejor” a la diócesis “en su peregrinación hacia la plenitud cristiana. He rezado mucho por esto y traté de colaborar en ello estos años que fui destinado a este servicio pastoral”.
El ex monseñor de Osorno se convierte así, junto a Caro y Duarte, en las primeras renuncias en ser acogida por el Papa después de conocerse que todos los obispos pusieron sus cargos a disposición tras la cita que tuvieron con el Sumo Pontífice en el Vaticano para conversar sobre el manejo que tuvo la Iglesia Católica en los casos de abusos donde se inculpaba a gente del clero.