Es uno de los momentos más esperados de la Super Bowl. Como no podía ser de otra manera Adam Levine junto a Travis Scott y Big Boi hicieron arder el estadio con su música. Y no sólo a aquellos que estaban en el estadio presenciando en primera persona el show, también a todos los espectadores que siguen desde casa el partido.
El vocalista de ‘Maroon 5’ realizó su show interpretando sus grandes éxitos con la ayuda de los dos raperos comentados con anterioridad.
Pero lejos de enamorar a todos, la actuación dividió la opinión pública.
el gran momento de la noche fue cuando Adam se quitó la camiseta y dejó al aire su torso repleto de tatuajes.