Xi Jinping y Vladímir Putin, presidentes de China y Rusia, cerraron filas frente a Occidente y se comprometieron a afrontar juntos lo que consideran “amenazas a la seguridad” tras reunirse en vísperas de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en la capital china. La reunión tuvo lugar en la Residencia de Huéspedes de Estado Diaoyutai y comenzó con Xi y Putin saludándose por gestos, sin darse la mano, pero sin usar tampoco mascarilla.
Tras la reunión, se emitió un comunicado conjunto en el que auto proclamaron la entrada de las relaciones internacionales “en una nueva era”. Aunque no se citó explícitamente ni a Estados Unidos o a la crisis en Ucrania, sí denunciaron que “un pequeño número de fuerzas en la comunidad internacional sigue obstinada en promover el unilateralismo y en interferir en los asuntos de otros países”.