Es común que al momento de buscar ideas de negocio se opte por las que se relacionan a un tema que se domina mucho por un tema de gusto. Sin embargo, según comenta el impulsor de negocios, Roberto Oteiza Aguirre, lo que en ciertas ocasiones puede ser beneficioso, en otras, puede convertirse en algo que compromete el futuro de la empresa.
Según los datos de la última Encuesta de Microemprendimiento (EME), en Chile existe un total de 2.057.903 microemprendedores, en donde un 61,4% son hombres y 38,6% son mujeres.
¿A qué se dedican principalmente? Dentro de las tres categorías más escogidas para emprender se encuentran Comercio (28,4%), Servicios (28%) e Industrias Manufactureras (12,1%).
Las razones para escoger cuál camino tomar en el mundo del emprendimiento pueden ser variadas, pero una de las más comunes es guiarse por algo que uno le guste. En muchos casos esto puede ser beneficioso por el hecho de dominar más aquel tema, pero en ciertas ocasiones, basar un negocio únicamente en una idea puede cerrar las puertas del crecimiento.
Pro: Dominar el tema
Uno de los mayores beneficios que se pueden extraer de llevar a cabo una idea de gusto personal, es que es probable que el emprendedor domine muy bien la temática central del proyecto.
Esto puede ser muy útil a la hora de planificar el negocio, ya que da las directrices para definir en qué se invertirá, cuál es el monto indicado para hacerlo y qué tipo de público es el que perseguirá el emprendimiento.
Por ejemplo, un emprendedor que guste del tenis y decida emprender en la venta de artículos relacionados a ese deporte, sabrá perfectamente qué pelotas y raquetas son las mejores, cuánto cuestan comúnmente en el mercado y quienes son las personas que normalmente comprarían estos productos.
Pro: Se trabaja más contento
Otro de los beneficios, se relaciona con el grado de felicidad asociado a la temática escogida para el emprendimiento, la que, si es del total gusto del emprendedor, es más probable que este último trabaje más a gusto, más contento y sea más productivo.
Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México, existe una relación comprobada entre la felicidad y la productividad en el trabajo. Mientras más contenta esté una persona al momento de realizar sus actividades laborales, más energía tendrá para hacerlo.
Contra: Nunca es bueno obsesionarse con una idea
Sin embargo, a pesar de la felicidad que puede entregar trabajar en algo de gusto personal, todo puede cambiar cuando los resultados económicos del emprendimiento comienzan a ir mal a causa de la temática escogida.
“En muchas ocasiones, los emprendedores emplean una idea que no pueden sacar de su cabeza, la cual puede no necesariamente funcionar. Si no da resultados, es vital mantener la cabeza fría y preguntarse ¿Es realmente bueno mi negocio o debo cambiar? Allí, lo importante es tener el valor de dar vuelta la página e intentar con otra cosa”, explica el impulsor de negocios chileno, Roberto Oteiza Aguirre.
Contra: Tu idea puede no representar las necesidades de los demás
Por otro lado, un aspecto negativo de elegir emprender en algo en lo que uno le gusta, es que ese gusto no necesariamente es compartido con otros.
Un ejemplo, pero protagonizado por una gran empresa, fue el caso de Hugo, una bebida creada por la compañía Coca Cola en 2009, que tenía la particularidad de mezclar leche y jugo. A pesar de su gran campaña publicitaria, el producto nunca logró despegar, principalmente porque a la gran mayoría no le gustó su sabor. Además, su propaganda daba a entender que contenía un 50% de leche, pero su envase solo mencionaba un 3%.
En síntesis…
¿Conviene entonces lanzar un emprendimiento basado en una idea de gusto personal? La verdad es que, según la experiencia de muchos emprendedores, cualquier idea de negocio puede triunfar si es planteada de la forma correcta.
De igual forma, los emprendedores deben estar conscientes de que siempre existirá la posibilidad de fracasar en lo que se propongan, por lo que deben estar preparados para dar vuelta la página intentando emprender con otro negocio.
Sin duda, es relevante siempre perseguir hacer lo que a uno le gusta, pero cuando hay factores económicos de por medio, es necesario saber dar un paso al costado si las cosas no están yendo bien