Nuevo libro sobre la Convención Constitucional ofrece una visión neutral sobre aquel proceso

Por Cristian Alvarez

Entre los 4 de julio de 2021 y 2022, Chile presenció un proceso político inedito por su extensión y caracteristicas, Hablamos de la Convención Constitucional, donde 155 personas fueron elegidas para redactar y entregar una nueva Carta Fundamental al pais, Sin embargo, diferencias ireconciliables, polémicas varias y dificultades que hubo de principio a fin, afectaron la calidad de lo propuesto que fue ampliamente rechazado, con un 62% de los votos en un plebiscito realizado el 4 de septiembre de 2022, tras una campaña electoral tensa y de cuyo resultado aun no es superado por algunos sectores políticos y ciudadanos

Al respecto, ya se ha escrito mucho sobre lo que fue ese periodo, desde analisis personales de quienes participaron en ese organo redactor hasta analisis académicos y políticos sobre las causas del fracaso de este proceso, pero una descripción neutral de lo ocurrido en ese año de trabajo, la podemos encontrar en el libro titulado “Justo y necesario”, editado y distribuido por la editorial “Trayecto” y que fue escrito por el sociólogo Ernesto Moreno, militante DC quien fuera alcalde y concejal de la Municipalidad de Recoleta entre los años 1992 a 2021, Publicado hace algunas semanas y distribuido ya en ofrmatos físicos como digitales, este autor respondio a nuestras preguntas sobre la elaboración de este trabajo escrito y los desarrollos y consecuencias de aquel frustrado proceso que fue impulsado por las protestas sociales del 2019:

1- ¿Cómo nació la idea de escribir este libro?

“Como Ud. sabe las razones para escribir un libro son diversas y variadas. Entre ellas, a veces sucede que hay escritos, que creo es el caso de este, cuyo norte es intentar aportar un grano de arena para cambiar, o al menos equilibrar, ciertos relatos de la historia. Se trata de abrir un espacio, una ventana por donde fluyan los aires de un hecho pasado, aunque sea cercano, de manera de reprocesarlo y analizarlo en una búsqueda por sacarlo de lo instalado, de lo “patentado”, despojándolo de cierto lodo, estigma y enjuiciamiento más bien ligero y, sobre todo, desinformado.

Durante un tiempo me afloraron muchas dudas acerca de lo sucedido con la propuesta constitucional mencionada, las que surgieron de diversas preguntas que me formulé, para las cuales intuí que había respuestas diferentes a las predominantes o “establecidas” y creí que podía decir algo al respecto. No se trataba de intentar poseer la verdad, pero sí ejercer el sagrado derecho a dar otra versión y presentar otra mirada sobre un hito más que relevante y significativo de nuestra historia.”

2- ¿A qué elementos y datos recurrió para realizar este trabajo?

“Básicamente datos e información de primera mano, esto es, lo que se llama fuentes primarias. Los diarios, revistas, internet, entrevistas, foros, declaraciones de personas, de instituciones y de organizaciones, y por cierto el texto mismo de la propuesta constitucional 2022.”

3- ¿Qué elementos hizo distinto este proceso tanto en Chile como para el resto del mundo?

“Bueno, como todos sabemos (aunque muchos lo han olvidado o quieren soslayarlo), la Convención Constitucional fue resultado de manera muy importante de un movimiento social y de un debate en la sociedad chilena con claras diferencias ideológicas (muy negadas y ocultadas), acerca del país que se quiere construir para las próximas décadas; Chile era un caso ejemplar en el mundo en redactar una constitución desde una hoja en blanco a cargo de un organismo paritario y con representación de todos los pueblos originarios reconocidos por el Estado chileno; la propuesta definitiva de nueva constitución no fue elaborada por personas que llegaron ahí por sorteo o por tráfico de influencia, sino que fueron elegidos democráticamente a lo largo del país y mandatados para tales efectos, en este sentido, sus acciones, al menos en lo que se refiere a la confección del articulado constitucional, constaron de una legitimidad democrática indesmentible. Fue el órgano de deliberación elegido por el pueblo más relevante de la historia de Chile.”

4- ¿Quiénes cree que hicieron un trabajo más responsable dentro de la Convención?

“No quisiera caer en simplificaciones y/o estigmatizaciones acerca de la Convención y algunos de sus componentes, como ocurrió y se orquestó sibilinamente por parte de determinados grupos y medios de comunicación. A mi me parece, y así se demuestra en el libro que, al mirar hacia atrás, es indiscutible que el trabajo de los convencionales alcanzó el objetivo mandatado (redactar la propuesta de un nuevo texto constitucional), el que se llevó a cabo a través de un proceso democrático que respetó los reglamentos de funcionamiento, siendo lo más notable que todas las normas que se plasmaron en las 388 páginas del texto se aprobaron con los 2/3 necesarios y, en muchos artículos, aún con mayor porcentaje.

Los 154 convencionales que realizaron esta labor (el convencional Vade no participó en ninguna votación del texto definitivo), como era de esperarse dado su carácter esencialmente democrático, mostraban una obvia heterogeneidad y diversidad, a partir no solo de estar compuesto por 78 hombres, 77 mujeres y los 17 escaños reservados para los pueblos indígenas, sino que también por existir en su seno representantes de todo el espectro político y un número significativo de independientes y de otros movimientos o referentes. Entre ellos se desplegaban diversas trayectorias biográficas, especialidades, creencias, valores, ideologías y visiones del futuro, así como gente común y corriente llenas de esperanza, los cuales jamás habían podido decir su palabra sobre definiciones fundamentales para el futuro de su país”.

5- ¿Cuáles cree que fueron los principales acuerdos y desacuerdos que tuvo el trabajo de la Convención?

“Pienso que los principales y más “saludables” desacuerdos fueron con relación a algunos minoritarios intentos de incorporar contenidos radicales en el texto, los que, en los hechos, no se plasmaron ni en lo jurídico ni en la redacción final. Lo que sí se logró difundir e infiltrar en la opinión pública, fue que textos claramente neutrales, fueran percibidos e internalizados como intentos extremistas e ideologizados, con la consecuente irradiación del temor entre determinados sectores de la población (que en su mayoría no conocía el texto).

Los principales acuerdos tuvieron que ver con la gran mayoría de los contenidos del texto, los que creaban las condiciones y el marco jurídico que posibilitaba que el país experimentará en los próximos años cambios en diferentes ámbitos que implicarían mejores condiciones de vida y una convivencia a partir de otros valores entre los chilenos. (En el capítulo V se desarrolla en detalle este punto).”

6- ¿Hubo un error en la percepción de que este proceso iba a solucionar los problemas del país?

“Esta pregunta pienso que abarca dos cuestiones diferentes: La primera es que hay que dejar en claro que nunca se pretendió ni prometió que la mera aprobación y existencia del nuevo texto constitucional, de manera casi automática, se traduciría en la solución de los problemas que interpelaban a la sociedad chilena, los que se arrastraban desde hace más de una década. Lo que sí se sostuvo por parte de muchos, como ya se dijo en la pregunta anterior, es que la confección de un nuevo texto constitucional constituía un instrumento absolutamente necesario para que Chile abriera surcos por donde fluyesen las acciones para llevar a cabo las transformaciones que nuestra sociedad requería con urgencia.

Y la segunda cuestión que creo es necesario mencionar sobre la pregunta es que, dramáticamente, la mayoría del país ya sea por desconocimiento o por desinformación y/o manipulación mediática, nunca tomo conciencia de lo importante que era para su futuro y para sus condiciones y tipo de vida, el haber aprobado el texto de la Convención”

7- ¿Cree que la campaña previa al plebiscito de septiembre decidió el futuro de este proceso?

-“No sé si lo decidió, pero sí fue un componente demasiado importante. Y esto en dos sentidos. Por un lado, existió una muy mala comunicación y forma de socializar y empatizar con la gente de parte de los partidarios del apruebo (debía haberse llevado a cabo un despliegue por el país a través de cabildos ciudadanos donde la ciudadanía se hubiese informado, aclarado todas las dudas y tomado conocimiento de la significación de la propuesta para su futuro).

Por otro lado, el país estuvo saturado de reportes distorsionados, aseveraciones fuera de contexto y versiones reñidas con la verdad, lo que dio lugar a una fatídica fórmula, según la cual, a mayor cantidad de información tergiversada y/o falsa, mayor fue la desatención y falta de interés por una reflexión serena acerca de lo que formal y realmente fue aprobado por el organismo constituyente. (En nuestro trabajo se entregan detalles y datos concretos que ilustran este último párrafo)”

8- ¿Porqué cree ud. que la gente votó rechazo en el plebiscito de septiembre del 2022?

-“Bueno, esta es la pregunta que, de una u otra manera, atraviesa todo nuestro trabajo y cuya respuesta sintetizamos en las conclusiones. Abordarla en este espacio cercenaría lo fundamental de la argumentación y sobrepasa los límites de esta entrevista. No olviden uds. que los sucesos sociales no se explican por una sola razón o causa, sino que siempre estamos en presencia de una multicausalidad, lo que supone, la presencia de diversos factores y variables que deben considerarse.

Lo que sí puedo adelantarles es que las razones no son aquellas que más se han esgrimido e instalado en la opinión pública. Por cierto, los convencionales NO eran un conjunto de personas que junto “con dar un espectáculo”, carecían de las competencias para un trabajo de tal envergadura y estaban inspirados e influidos por experiencias e ideologías foráneas y que elaboraron una constitución partisana (expresión de un simplismo que linda con la ignorancia).

Tampoco estamos en presencia de un texto que no acogió las demandas de la sociedad, mal escrito y lleno de insuficiencias, sino que, por el contrario, la propuesta de nueva Constitución plebiscitada el 4 de septiembre del 2022, más allá de ciertas deficiencias y carencias que ciertamente contenía (la mayoría subsanables), en su gran parte consagraba definiciones, normas y valores que abrían un espacio para que la sociedad chilena transitara hacia una democracia en que la dignidad de las personas, la justicia social, el rol protagónico de la ciudadanía, la solidaridad, el bien común y diversos derechos de las minorías estuviesen en el centro.”

9- ¿Cómo cree que pasará a la historia, este proceso de la Convención Constitucional?

-“En mi opinión y para decirlo de la manera más cruda y sincera, como una de las grandes oportunidades farreada por nuestro país para iniciar un camino hacia una mayor y más profunda democracia”.