“Las familias llevaron a sus hijos a Karadima porque creían que la doctrina era sólida y no sabían lo que estaba sucediendo allí”.
Con esas palabras, el Papa Francisco se refirió a los casos de abuso sexual que involucran al expárroco de la iglesia de El Bosque, Fernando Karadima. Lo hizo en una entrevista con Reuters en medio de la profunda crisis que vive la institución católica en Chile.
El pontífice calificó a Karadima como una persona “gravemente perturbada” y afirmó que el caso que golpeó los cimientos de la Iglesia chilena es un problema complejo porque “había una mezcla de la elite chilena con situaciones sociopolíticas”.
“Mucha gente hubiera estado feliz si solo hubiera removido al obispo Barros y no hubiera hecho nada más. ¡Pero no!”, dijo el Papa.