Por Christian Reyes desde París
A poco más de un mes del inicio de los trigésimo terceros Juegos Olímpicos, y curiosamente a pocos días de la visita del presidente Gabriel Boric por la capital francesa, la también conocida como ciudad luz se prepara para el principal evento polideportivo mundial.
De hecho mientras Gabriel Boric se reunía con Emmanuel Macron, París vivía el primer ensayo de la apertura del evento, que incluirá un desfile de cerca de 90 barcos por el Sena y una puesta en escena inédita por las postales más clásicas de la ciudad, fuera del estadio principal.
La ministra de deportes francesa, Amélie Oudéa-Castera, anticipó que todo está dispuesto para vivir una gran fiesta: “Tenemos el firme compromiso de ofrecer una gran ceremonia de apertura, tanto para los franceses como para los espectadores de todo el mundo”, indicó
Sin embargo, a las comitivas de avanzada, presencia de autoridades y sus equipos junto a las 206 delegaciones provenientes de todo el mundo, entre ellos 34 deportistas del Team Chile, se sumarán miles de turistas en una ciudad de por sí foco de atención.
Manuel Camargo, chileno residente en la capital francesa desde hace 45 años, describe que la afectación a la población parisina no tiene a todos contentos, dado que los trastornos no sólo pasan por cierres, desvíos y cortes de tránsito sino por diferentes alzas en productos y servicios como el transporte, afectando la calidad de vida temporalmente, y amenazando con condiciones que podrían perdurar: “Actualmente estamos muy molestos por el transporte público, porque hay muchas estaciones que están cerradas (por mantenciones y preparativos en el Metro de París); el ticket va a subir al doble durante tres meses”, describe.
La policía local ha enfatizado que los esfuerzos garantizan todas las contingencias, algo que es visible por estos días en París con amplio resguardo y contingente, el cual se espera, se acentúe a medida que se acerque la apertura de los juegos, la noche del viernes 26 de julio.
Aún así, hay molestia e increíbles llamados a boicotear, por ejemplo, la limpieza del Sena, donde se pretende hacer competencias con atletas, mientras hay reticencias considerando la contaminación del caudal. Un río emblemático donde Macron dijo que nadaría como señal de respaldo… una promesa que aún no se cumple.