El robo de cables consiste en la sustracción de este elemento fundamental para las telecomunicaciones -afectando el servicio de internet, televisión y telefonía de los usuarios-, para luego vender el cobre en el mercado negro, donde se reduce para ser posteriormente exportado al extranjero. La gerenta del área de Seguridad de Movistar, Natalia Fuentes, indicó que “el aumento de este delito nos preocupa”, “ocurre a lo largo de todo Chile”.