El Senado argentino, tras 16 horas de discusión, finalmente decidió rechazar el proyecto de ley de aborto libre, voluntario y gratuito, cerrándole la puerta a la iniciativa que dos meses atrás había sido aprobada por la Cámara de Diputados.
Con 38 votos en contra, 31 a favor y dos abstención, la sala de la Cámara Alta puso fin a la normativa, luego de semanas de debate a nivel de comisiones, que incluyó diversas exposiciones de personas tanto a favor de la interrupción del embarazo como en contra de ésta.
Se trató de una jornada maratónica que no estuvo exenta de polémica, aunque desde hace días los medios de comunicación trasandinos ya vaticinaban un triunfo de la alternativa provida.
Muchos de los detractores de la iniciativa manifestaron el supuesto carácter inconstitucional de ésta, ya que la legislación, aseguraron, garantiza el derecho a la vida de quien está por nacer.
Uno de ellos fue el senador de Entre Ríos Alfredo de Angeli, quien justificó su rechazo contando su historia personal. “Los que venimos de una familia numerosa, como es el caso mío de diez hermanos, valoramos mucho el encuentro. Y lo vemos en el interior profundo de nuestras provincias. A esas familias numerosas jamás se les pasó por la cabeza abortar un hijo, lo criaron con humildad”, recalcó.
Por otro lado, quienes apoyaban el proyecto expresaron que esta era la solución para acabar con los abortos clandestinos, que causan miles de muertes de mujeres al año en Argentina.
Así lo expresó la senadora oficialista Laura Rodríguez: “Ojalá que nunca tengan que pasar por la decisión de tener que pensar en un aborto, pero si las mujeres en mi provincia tienen que pasar por esa situación yo quiero que haya una salud pública que las contenga, que las acompañe y explique”.
Rodríguez fue una de los representantes del bloque Cambiemos que votaron a favor del aborto, luego de que el Presidente Mauricio Macri los dejara en libertad de acción pese a que él se ha declarado abiertamente provida.
Por el otro lado, la kirchnerista Silvina García votó en contra de la iniciativa, a diferencia de sus compañeros de partido en el Frente para la Victoria. “Es un proyecto que nada tiene que ver con nuestra idiosincrasia e identidad. Es una solución escandinava que en muchos aspectos está cercana a Haití”, sostuvo.
La jornada estuvo seguida atentamente tanto por grupos proaborto como provida, los cuales llegaron en masa a las inmediaciones del Congreso Nacional para expresarse. Luego de la votación del Senado, el proyecto de aborto libre no podrá revisarse nuevamente en el Parlamento hasta 2019.