Ucrania acusó a las tropas rusas de haber bombardeado un hospital materno-infantil en la ciudad de Mariúpol, al sur del país. El presidente Volodímir Zelenski aseguró que hay niños entre las víctimas “bajo los escombros”. Ante esto, la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, se declaró “horrorizada” por el supuesto ataque que habría dejado al menos 17 heridos y agregó que “todavía no conocemos el número de víctimas, pero nos tememos lo peor”, afirmó.