[Comentario de Cine] «No miren arriba»

Por: Christian Reyes

Un parámetro bastante sencillo para saber si se puede congeniar o no con esta nueva propuesta de Adam McKay es como se perciben otras muestras de sátira crítica estadounidense, dígase Los Simpsons en sus primeras temporadas o más agudas del estilo animado y cinematográfico de Seth McFarlane. Si hay gusto por esa línea de historias es probable que «No miren arriba» (2021) caiga en gracia, de lo contrario es casi obvia una mala evaluación.

Y es que la comedia de este tipo, inteligente para unos, tediosa y ridícula para otros suele no tener dos lecturas. Una de ellas es consensuadamente cierta: no deja indiferencias ni términos medios. O es, o no es. Acá un nutrido elenco que llama la atención por sí solo se entrega a disparates tristemente ciertos debajo de todos sus estereotipos, ofreciendo un jocoso relato que refleja lo vacío de nuestros liderazgos, lo sordos que son los medios llamados a informarnos y lo ignoradas que tenemos las prioridades considerando nuestra pequeñez en el universo. Lecturas con esta densidad se deslizan entre líneas en cada cuadro de esta particular historia.

No se puede negar que quizás más de dos horas se hacen un poco largas para estos fines pero a McKay le gusta llevar algunas cosas más allá y su público solo quiere saber hasta donde llega el hilo. Esta es una comedia vivencial de nuestros tiempos. Una sátira triste y jocosa, dolorosa a la vez que ridícula. «Don’t Look Up» es el absurdo testimonio de los momentos actuales, una caricatura con moraleja que no se toma en serio pero te apunta con el dedo en el camino. Una invitación a una fiesta desordenada que parece atractiva pero es muy susceptible de los gustos de cada quien.

Recomendación: Interesante a buena. No es para todos. Una fábula ridículamente asertiva.