Los ejércitos surcoreano y estadounidense respondieron al misil balístico intercontinental, ICBM, lanzado horas antes por Corea del Norte disparando bombas guiadas a modo de prueba desde cazas F-35. Esto, además de realizar otras maniobras aéreas combinadas sobre el mar del Este, nombre que recibe el mar de Japón en la dos Coreas.
Las maniobras de los aliados llegan horas después de que Pionyang lanzara un ICBM que recorrió unos mil kilómetros en unos 69 minutos, alcanzando un apogeo de unos 6 mil, antes de caer en aguas a unos 200 kilómetros al oeste de las costas septentrionales japonesas. La vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris, y mandatarios de Japón, Canadá, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia condenaron el lanzamiento del misil balístico.