En 1817, el alemán Karl von Drais, diseñó el primer prototipo de bicicleta que se conoce. En aquel entonces, este velocípedo, bautizado así por las personas de esa época, estaba fabricado en su totalidad de madera. Además, poseía una dirección giratoria, pero no tenía manubrios tan acabados como los que se conocen actualmente. Dos años después, el inglés Denis Johnson, elaboraría un ejemplar más sofisticado, también de madera, pero con una diferencia, esta versión contaba con una rueda orientable que permitió reducir los tiempos de traslados a la mitad. Aun así, este modelo seguía siendo rudimentario al no adquirir pedales, lo que dificultaba el desplazamiento.
Asimismo, hay algunos historiadores que postulan que este invento fue más antiguo que los descubrimientos hechos por Drais y Johnson, ya que, en 1790, el francés Condes de Sivrac circuló por las calles de París arriba de un artefacto de dos ruedas. Más atrás en el tiempo, en 1645, Jean Théson también de nacionalidad francesa, construyó un arquetipo que dista mucho de la bicicleta actual al no obtener pedales ni sistema de dirección, pero que, sí se podía movilizarse en ella, a través del impulso que ejercían los pies. Por otra parte, a quienes dicen que en los dibujos y cuadros de Leonardo da Vinci, ya se podía visualizar un velocípedo muy similar a una bicicleta en el siglo XVI.
Más atrás aún, en la época de los romanos, se encontraron algunos esbozos en la ciudad Pompeya, donde se podía apreciar un artefacto muy parecido a un biciclo. Incluso en tiempos del Antiguo Egipto y Babilonia, se podían apreciar jeroglíficos de personas montadas en un artilugio horizontal de dos ruedas que se asemejaban a la imagen actual que conocemos de una bicicleta.
“La bicicleta tuvo distintas evoluciones y variaciones hasta llegar al diseño final que conocemos hoy en día. Es un invento que ha amplificado la eficiencia del ser humano para la locomoción, transformándonos en el animal que puede recorrer las más largas distancias con su propia fuerza”. explica Jonatha Junge, coordinador de marketing en Specialized Chile.
Edad contemporánea
Posteriormente a los descubrimientos de Drais y Johson, la bicicleta en su primera etapa como velocípedo comenzó a popularizarse en Europa, sufriendo varias transformaciones, ya sea desde biciclos, triciclos y cuatriciclos inclusive, apareciendo en ellas, manivelas y pedales que eran sujetados por la cadena con el fin de movilizarse hacia adelante. Hasta que, en la década de 1860, el francés Pierre Michaux, diseñó la primera bicicleta moderna, con dos ruedas, pedales y manivelas giratorias en la rueda delantera. Este modelo tuvo un éxito rotundo y logró ser muy popular en aquellos tiempos. Aunque al igual que los prototipos anteriores, no estuvo exento de complicaciones, debido a la rigidez de su estructura metálica y el peso de las ruedas hechas de hierro que podían alcanzar las 100 libras, lo que complicaba la conducción de este.
Cien años después, la bicicleta tuvo su apogeo a partir de la década de 1960 con la comercialización masiva de este transporte que obtuvo ya su evolución final tal como la conocemos hoy en día; dos ruedas, estructura liviana, cadena giratoria en la matriz, manubrios definidos y asiento erguido. Los años venideros trajeron más ventas y la aparición de la BMX en 1969 en California, EE. UU. Todo este periodo, se conoce el “Boom de la bicicleta” (1960 -1990).
En el presente, podemos ver como este medio de transporte es elegido por las personas para acelerar los tiempos de traslado y también para preservar el medio ambiente. Sus beneficios son innumerables, sobre todo las bicis eléctricas, que han tomado vuelo en los últimos años. Si buscas una, en Specialized podrás encontrar la Turbo Vado 3.0 que está diseñada para adaptarse a vidas ocupadas que están siempre en movimiento. Posee un cuadro de aluminio liviano, batería 460 Wh integrada en el marco y motor 1.2 E, que enfatiza la eficiencia y carga.