Que peligrosa falta de vocación

Por Felipe Rodríguez Gómez / Director Opine.cl

Una muy mala señal, nos dio esta semana, las postulaciones a las Universidades chilenas, las que han confirmado el preocupante descenso que tienen las carreras de pedagogías. Esto, sólo viene a confirmar, la tendencia de los años anteriores y la preocupante señal.

Hace unos años, a través de la ley 20.903, se produjo un incentivo reconocido por todos a la hora de poner énfasis en las pedagogías. Esta situación, generó buenos resultados en solo una parte. Nadie, duda que en el objetivo de tener mejores profesores se ha ido logrando, existen mayores exigencias, mejores mallas curriculares y una interesante transformación en la formación docente.

El cambio tenía dos objetivos; el primero, aumentar la cantidad de estudiantes que quisieran estudiar y ser profes y la calidad. La mala noticia, es que a pesar  de todo, la cantidad no aumentó y razones puede haber muchas, incluso, entregando becas, eso no ocurrió.

¿Donde está el problema? Eso, la verdad se lo dejo a los expertos, pero quiero colocar el énfasis en el sentido común y en una persona que admira fuertemente a los “profes”. Creo que tras todos los incentivos, lo que realmente se ha ido acabando, es la vocación de enseñar, eso no se aprende en la Universidad, ni se financia con becas.

Solo a modo de ejemplo, quisiera colocar a mi profesora de castellano del colegio, a la que conocíamos como “la tía Cloty”, me detengo en ella para graficar la enorme vocación que tenían los profesores, ganando menos, sin becas y sin cobrar horas extras por las horas de reforzamiento que hacían con gran vocación. No voy a contar mi historia, porque no tiene sentido, pero sin duda, ella, tiene un porcentaje grande en mi decisión de ser periodista. Así, como mi caso, estoy seguro les pasó a muchos con distintos profesores.

Es por eso, que ante tan preocupantes números y el descenso que siguen teniendo las postulaciones, que a lo único que nos puede llevar es a que toda la reforma educacional se caiga, si no existe una vocación por enseñar.

No soy experto, pero estoy seguro que, tal como los clubes de fútbol buscan los talentos recorriendo el país y generando incentivos, estoy seguro que por ahí debería ir el tema. ¿Cuantos profesores con experiencia y vocación existen y que estarían felices de ser verdaderos reclutadores de talentos?

Como reitero, no soy experto, pero expreso mi opinión como un ciudadano preocupado por esta dura realidad.