Enrique Van Rysselberghe (UDI): “El nuevo proceso constitucional ha sido muy decente, no ha tenido show”

El senador de oposición separó aguas con la convención anterior esperando que la nueva propuesta facilite legislaciones en áreas como seguridad y desarrollo. Sobre la macrozona, el legislador del Biobío sostiene que el diálogo y los estados de excepción “son caminos que pueden avanzar en paralelo”. 

“Yo veo contrastes muy significativos”, indica el senador Enrique Van Rysselberghe (UDI) para distinguir el trabajo del actual consejo constitucional con la labor de la convención constituyente del año pasado, describiendo las deliberaciones en curso como un procedimiento “sustantivamente distinto”, sin el perfil de sus antecesores.

“Los agentes, los que integran la convención, han tenido una conducta sustantivamente diferente. El anterior proceso constituyente tuvo problemas de forma y de fondo; de forma, el show, el circo… Para qué voy a enumerar la serie de faltas de forma que hicieron muchos de los anteriores convencionales; votando en la ducha, llegando disfrazados y una serie de cosas que al ciudadano normal le parecían absolutamente impresentables”, recordó el parlamentario en el programa Profundidad de Campos de TV Senado.

Van Rysselberghe sostuvo que las diferencias también se evidencian en el fondo con el cambio de régimen político que proponía el anterior proceso, “que iba a amarrar constitucionalmente el camino –según dijo- hacia un régimen totalitario”, haciendo mención a la reciente conmemoración de los 50 años del golpe.

“El nuevo proceso constitucional, en materia de formas, ha sido muy decente. Ha trabajado en silencio. Ha tenido tensiones, fricciones, pero no ha tenido show de convencionales que han hecho cosas que no corresponde, que no sean presentables”, distinguió.

En lo práctico, el senador UDI espera que las diferencias se resuelvan ya que “para que gane el Apruebo, en estos meses, la actual convención tiene que ofrecerle a Chile una propuesta constitucional a votar en diciembre, que efectivamente se ocupe de ayudar a que se resuelvan de mejor forma, los principales dolores que tiene nuestro país”.

En cuanto a contenidos, el parlamentario explicó: “espero que la propuesta mejore respecto a la actual constitución, la manera en que puede facilitar legislaciones posteriores que ayuden a abordar de manera más efectiva, temáticas como la seguridad, desarrollo, como el crecimiento”, dijo mencionando los cambios tecnológicos y apuntando a “un Chile más justo”, donde “los frutos les lleguen a todos”.

Macrozona y seguridad

En esa línea Enrique Van Rysselberghe describe que dicho marco constitucional también debiera traer consigo bases para “tener un Chile más seguro, donde haya menos terrorismo” en alusión a lo que vive la denominada macrozona sur, donde el legislador por el Biobío plantea que es viable mantener la medida de estados de excepción de forma paralela a los intentos por dialogar.

“Estimo que son cosas, caminos, que pueden avanzar en paralelo. Si quiero dialogar con usted naturalmente tengo que controlar el entorno de violencia. No puedo establecer un vínculo de diálogo en un entorno en donde hay terrorismo o actos delincuenciales que están fuera de cualquier cosa razonable”, explicó.

Consultado por el rol del gobierno, donde varios de los actuales personeros y el propio Presidente Gabriel Boric, compartieron con él en la Cámara, el parlamentario UDI recordó que como diputados -ellos- se opusieron a medidas como el estado de excepción que ya suma más de una treintena de prórrogas consecutivas, bajo lógicas con las cuales dice discrepar tajantemente.

“Las votaciones del Presidente actual fueron en contra de esas reformas que buscaban entregarle un mayor control o capacidad de control de estos actos terroristas y delincuenciales. El argumento es que esto era ‘represivo’. Especialmente contra quienes tenían mayores dificultades sociales asociando la ‘pobreza’ con la ‘delincuencia’. Yo no comparto. La gente más vulnerable, que tiene mayores dificultades económicas es la que más requiere, más le urge que se fortalezcan nuestras policías, que se les entreguen las debidas seguridades”, describe.

Sobre el control de la delincuencia en general y la agenda de seguridad, el senador Van Rysselberghe avaló el fast track legislativo que impulsa el Senado en coordinación con el Ejecutivo y la Cámara, apuntando que “lo que la gente pide –particularmente la gente más vulnerable- es que se reprima a los delincuentes, a los terroristas, que no estén circulando libremente, gozando de inmunidad” y en eso “la priorización de estos 31 proyectos y haber puesto un cronograma ayuda a que se genere presión pública para avanzar”.

Grabado de patentes: Falta todavía

Como presidente de la comisión de transportes y telecomunicaciones del Senado, Enrique Van Rysselberghe también vincula las discusiones de turno a la agenda de seguridad y uno de los proyectos recientemente derivados a ley es aquel que establece la obligatoriedad del grabado de la placa patente única en vidrios y espejos de vehículos, entre otras normas. Sin embargo, el legislador aclara que los detalles estarán en un reglamento aún por definir.

“Falta todavía, queda tiempo. Ya me ha tocado ver a personas que estaban mandando a grabar ya. Hoy no se lo van a controlar, falta todavía, varios meses hasta que se emita el reglamento”, aclara.

La citada ley, publicada en el diario oficial el pasado lunes 11, establece un plazo de seis meses para dictar un reglamento con las normas específicas para el cumplimiento de este y otros cambios. Bajo esa directriz, la secretaría de la comisión complementa que los vehículos nuevos tendrán cuatro meses para estar acorde a estos parámetros, descritos en el citado reglamento y en el caso de los móviles usados, el plazo será de un año.

Respecto a otros puntos como la discusión presupuestaria que se avecina y el factor de proporción para contar con gasto en regiones en la misma medida de la inversión en transporte en la capital, Enrique Van Rysselberghe espera que el cuestionado fondo espejo, finalmente se use de forma efectiva en el transporte y conectividad del resto del territorio, a diferencia de la actualidad donde está la puerta abierta para su uso en otros fines.