Siete años de trabajo, siete meses de viaje por el espacio y casi siete minutos de angustia: la sonda estadounidense InSight finalmente tocó la superficie de Marte mediante una muy arriesgada maniobra de aterrizaje.
Es la primera vez desde 2012 que un artefacto intenta posarse sobre Marte, después de que lo hiciera el vehículo Curiosity de la NASA, el único actualmente activo en la superficie del planeta rojo.