Por: Christian Reyes
El significado del término «fan service» da un nuevo paso evolutivo luego de «Spider-Man: Sin camino a casa» (2021), una cinta que en casi dos horas y media por fin nos da una película de nivel para Peter Parker en el MCU consiguiendo llenar de paso varios aspectos para que Jon Watts pueda resarcirse de sus errores pasados con el personaje.
Y es que si bien en «Spider-Man: Homecoming» (2017) la irrupción de esta nueva versión del héroe y el agregado de Michael Keaton salvaron el saldo final, en la secuela posterior -«Spider-Man: Far from home» (2019)- el descenso de calidad pese a contar con Jake Gyllenhaal fue notorio. Una doble decepción por el giro del personaje teniendo múltiples recursos para concretar algo mejor. Ahora en cambio como suele decirse «se fue toda la carne a la parrilla» y los fans quedaron con la boca abierta y el corazón lleno de hits que en algún momento parecían impensados.
Esta es sin duda de las mejores películas que se han hecho del héroe arácnido y de Marvel Studios (en conjunto con Sony). No solo por los esfuerzos de producción, también con una historia repleta de auto referencias al hombre araña en diferentes frentes: en cómics, cultura popular moderna, guiños sonoros y otras cintas del trepamuros. Es increíble la cantidad de golpes que asesta y que por su impacto nublan en algo la coherencia pero no dejan indiferente. La mejor síntesis es que sin haberla visto antes hay frases que ya conoces de memoria. Parece escrita desde las redes sociales de los fans. Algo de oxígeno para una fase 4 que venía a los tumbos de forma muy irregular o con muecas en cine y tv acusando un esperable desgaste.
Hay ripios en algunas animaciones digitales, rarezas del guión, algo de laxitud actoral pero el resto es oro. Lo malo es que si quien ve estas escenas no tiene nociones de cultura pop o de Spider Man en el cine y sus antecesoras de todos los tiempos, se pierde de mucha de la emoción que entrega esta culminación de la trilogía conjunta del MCU en la última década.
He aquí la redención de Jon Watts, a ratos sin mucha coherencia pero con un empuje y energía que desde el desenlace la «Guerra del Infinito» no se veía en Marvel. Una película de impacto que se lleva todo por delante, incluso sus imperfecciones. Un mérito del realizador y su equipo que dejan de lado los secundarios ridículos, las escenas de relleno y le da sentido a lo que importa, con un Benedict Cumberbatch que «entre otros» es fundamental para que esto funcione y un staff estable donde por fin Zendaya se perfila como debe.
Un antes y un después para el hombre araña y esperamos, también lo sea para Tom Holland, empoderándose de forma menos infantil en un personaje que cada vez le queda mejor.
Recomendación: Muy buena. Su éxito y aceptación en públicos corrientes se condiciona a las referencias que alude.