Por Cristian Alvarez
El pasado 10 de diciembre, se conmemoraron 78 años de la entrega del Premio Nobel de Literatura a Gabriela Mistral, nuestra poetisa chilena, que no solo se destacó por su trabajo lirico, sino que también por su activismo a favor de las mujeres, su actividad diplomática, entre otros aspectos que influyeron en su carrera que entre otros logros, la hicieron merecedora de ser la primer mujer latinoamericana en recibir tal mencionado y reconocido premio mundial, aunque en nuestro país natal, no hubo el mismo fervor por su obra
Cómo una de las novedades editoriales de este año que se va, A mediados de 2023, se publicó el libro llamado “Mistral, Una Vida”, del sello “Lumen” de la editorial “Penguin Random House”, cuyo autora es la académica estadounidense Elizabeth Horan, quien por muchos años, ha trabajado en investigar el legado de nuestra poetisa, En esta entrevista respondida vía correo electrónico, nos menciona alguno de los enfoques de su trabajo y también algunas luces sobre la vida de Gabriela
1-¿Cómo nació la idea de escribir un libro sobre Gabriela Mistral?
“Después de conocer a Doris Dana (1983) y después de pasar un año estudiando en Chile (1985-1986), a lo largo de la década de 1990 encontré muchas contradicciones en las versiones de su vida que la misma poeta había contado. Su correspondencia me llamó la atención porque ella dedicaba mucho tiempo a ello, y porque sus cartas muchas veces son un reflejo de su conversación, del genio verbal de su charla, que dice mucho de su relación con el entorno. Al leer sus cartas en el contexto histórico, se ven reveladas sus ambiciones, sus estrategias políticas y, sobre todo, sus relaciones más íntimas. Quise entender sus relaciones con las llamadas “secretarias” — mujeres muy capaces como Laura Rodig, Palma Guillén, Coni Saleva y Doris Dana — quienes la ayudaron y guardaron sus secretos. ¿Por qué tal cosa? Si había amistad y amor, además de “pasando y pasando”. En 2004, comencé a construir una base de datos que incluía las transcripciones de cada carta — y otras fuentes — que me fue y sigue sirviéndome para contar las secuencias de eventos y de momentos lineales y personas asociadas. Todo ello está fundamentado en documentos fechables y comprobables.”
2– ¿Cuánto fue el proceso de redacción y qué archivos revisó para hallar datos?
“Redacté los primeros borradores en inglés, pero las citas en español, a lo largo de cinco años. Después que Jaime Collyer muy hábilmente tradujo mi inglés al castellano, me puse a revisar la traducción. Mientras estuve en ello, descubrí que la Biblioteca Nacional de Chile y el Museo Gabriela Mistral en Vicuña, habían digitalizado una larga e importante colección de manuscritos que Laura Rodig había resguardado durante más que cuarenta años. Una vez incorporadas estas materias nuevas, revisé el manuscrito entero, en español. También tuve el aporte de varios amigos y colegas quienes generosamente leyeron y comentaron mis borradores, sean ellos en inglés o en castellano. Al final de cuentas trabajé con el editor Vicente Undurraga en cada capítulo: él me dio consejos sobre elección de las palabras, señaló los puntos que requerían aclaración y advirtió de los cabos sueltos. Y en cuanto a la lista de los archivos que consulté: estos están indicados, 100%, en las notas y en la bibliografía. Está todo documentado”
3-¿En qué se diferencia la biografía que escribió usted de las otras ya publicadas?
“”Mistral, una vida” dista de las anteriores ya publicadas. En vez de representar a Mistral como una santa, mis aportes biográficos definen lo ignorado y lo secreto, siempre documentándolo. Demuestran, por ejemplo, que el indigenismo de G.M. ya comenzaba en 1913, o sea, nueve años antes de su viaje a México. Y señalo cuán tempranamente ella ambicionó un puesto diplomático en la época en que ninguna mujer lo tenía. Mi libro relaciona los poemas de Gabriela Mistral con el arte de Laura Rodig. Mi libro usa la triangulación y otros métodos de investigación angloamericana para escribir una biografía sólida. Mi aporte central ha sido exponer la sagacidad creativa de Gabriela Mistral en sus poesías y en sus cartas al recurrir a la pantalla, a las máscaras, para configurarse una imagen “tira p’arriba”, protectora y difusora utilizando contactos epistolares, mecenas, colaboradores, secretarias: toda una organización gobernada para obtener metas precisas tales como su sorprendente carrera educacional, su vasta obra poética y periodística, su sagacidad política y sus delicadezas diplomáticas, en fin, su presencia concreta en el mundo. Y dentro de ello, su urgencia de tener techo y comida, y salario que le diera cierta libertad. Mi libro muestra cómo Lucila labró a Gabriela mediante su don verbal innato y genial, más su inteligencia, más su creciente seguridad en sí misma (por contraste con los y las demás).”
4-Dentro de lo averiguado, ¿cómo fue la infancia de Gabriela?
“Ella conoció la pobreza desde su infancia. Creció en un hogar exclusivamente femenino que pasaba de una vivienda precaria a otra. Pienso en las propias palabras de la poeta en una carta a su buena (y muy rica) amiga Victoria Ocampo, diciéndole que Victoria “ignora lo que son treinta años de mascar piedra bruta con encías de mujer, dentro de una raza dura”. Aunque no he podido averiguar el incidente del apedreamiento en la plaza de Vicuña, lo cierto es que ella tuvo una vida muy dura; se convirtió en el principal sostén de su familia, desde los quince años en adelante. Una familia tan pobre que su hermana Emelina, a los 21 años, se casó con un hombre de 63, sin comunicárselo a su madre, como se ve en el registro de matrimonios.”
5- ¿Cuánto marcó su trabajo docente como directora de liceos en su carrera literaria?
“Su trabajo docente influyó en su carrera literaria desde que sus contribuciones salieron en los Libros de Lectura que circularon por todos los liceos chilenos. Y en su liceo de Punta Arenas, ella y Laura Rodig y su mutuo amigo, Julio Munizaga Ossandón, editaron cinco números de una revista literaria, Mireya, de alta calidad. Y fundaron una biblioteca escolar con muchos libros donados por las propias profesoras. Cuando ella fue nombrada Directora del Liceo #6 en Santiago, los partidarios de la otra candidata se quejaban de que ella ganaba el puesto por su gloria literaria. Como ella le explicó más tarde a su amigo Eduardo Barrios, en este punto, decidió buscar trabajo fuera de Chile: “Usted sabe cómo llegue al Liceo. Me prometí al entrar a la casa no durar sino el tiempo necesario para probar a mis enemigos que podía organizar un Liceo, así como había reorganizado dos. Viví un año recibiendo anónimos de insultos y oyendo de tarde en tarde voces escapadas de la campaña”.
6- ¿Cómo fue su relación con los escritores y poetas hombres de su tiempo?
“Ampliamente comprobadas son sus profundas y mutuas amistades. Si hubiera un “secreto” para su éxito, sería que ella ayudó a sus amigos y ellos la ayudaron a ella. Entre sus amigos más fieles en la primera época de su fama están los chilenos Max Salas Marchán, Eduardo Barrios, el crítico Alone, Pedro Prado. Una figura central es Manuel Magallanes Moure, quien rompió el empate y decidió que recibiera el gran premio en Los Juegos Florales. Ella y Magallanes intercambiaron centenares de cartas en una correspondencia secreta, con elementos sadomasoquistas, que hubiera sido desastrosa para ambos si fuera conocida. Aunque Magallanes también la ayudó, parece que ella tuvo que amenazarlo primero.”
7- ¿Cuál fue el documento que más le impactó de ella?
“Me impactó mucho el poema, todavía inédito, que ella se tituló “Este Amor”, escrito en abril de 1918, poco antes de zarpar a vivir y trabajar en Punta Arenas. Cito tan solo una estrofa cuyos vocablos “púrpuras” y “éxtasis” y “el orgullo humilde” son típicos de su poesía en Desolación (1922). Imposible decir si este poema estuviera fundado en una relación específica. No importa. Sus denuncias son siempre valiosas, contundentes. Y nos sorprende con lo que la poeta tiene entre sus manos y nos ofrece:
Aunque has llevado a las cien púrpuras
De crear amores humanos
No has sido más que un mendigo
De vino negro embriagado
Y tengo el orgullo humilde
De tener entre mis manos
La perla de un terrible éxtasis
Que en vano fuiste buscando
Que recogerás a caricias y temblando …”
8- ¿Cree que ya se conoce todo de ella o falta más por saber de Gabriela Mistral?
“¡Nos falta tanto por conocer! Pero gracias al legado de Mistral, digitalizado, y a los sistemas de computación que nos permiten rastrear los archivos, sabemos mucho, y con certidumbre. Y yo quedo más convencida que nunca de su grandeza y profundidad.”
9- ¿Cómo se ha revalorizado la figura de ella en los tiempos actuales?
En una imagen gráfica reciente y ampliamente reproducida del artista chileno Fab Ciraolo, la figura de Mistral está de pie y se mueve o está a punto de moverse, mirando hacia la izquierda, hacia el pueblo, hacia el futuro. Vestida con jeans descoloridos, ceñidos en la cintura, en una mano sujeta una versión negra del a bandera de Chile, en luto, y en la otra mano un libro abierto. Destaca el pañuelo verde que lleva alrededor del cuello, que separa su cabello gris, de corte sencillo, de la camiseta blanca con su proclama, en francés y tomada de una célebre canción del grupo Los Prisioneros, que expresa la identidad latinoamericana en primera persona plural (“Nous sommes rockers sudamericaines”). Podemos inferir que, con sus botas de combate, un pie ligeramente levantado, esta Gabriela Mistral está alerta, lista para recibir y responder a lo que está por suceder. Es una proyección que encuentra sustento a lo largo de la siempre sorprendente vida de la poeta, que presento en “Mistral, una vida”.
10- ¿Cree definitivamente que ella es una figura asentada en el alma del país?
“Por su poesía y su periodismo, por su trabajo de educadora, diplomática y figura pública que participó en muchas conferencias a lo largo de su viajar constante, es una figura central en el alma chilena y para entender la América Latina, como ella se representó al mundo al aceptar el Premio Nobel como una “hija de la Democracia chilena” y a la vez, “la voz directa de los poetas de mi raza y la indirecta de las muy nobles lenguas española y portuguesa”.